Recesión: ¿Qué es y cómo enfrentarla?

La palabra «recesión» se encuentra en todos los medios de comunicación y es muy probable que hayas escuchado mucho sobre ella y sus consecuencias. Para un gran número de personas pareciera que la recesión es sinónimo de una catástrofe financiera insuperable. Antes de caer en estas especulaciones, es importante comprender qué significa realmente este concepto y cómo se vincula con los ciclos macroeconómicos.

¿Qué es una recesión?

Las recesiones se definen como periodos de caída en la actividad económica que se manifiestan en una baja en indicadores como productividad, empleo, renta real, consumo, entre otros. De forma más técnica, se considera que hay recesión cuando existe un crecimiento negativo de la economía durante dos trimestres consecutivos.

¿Qué lugar tiene la recesión en los ciclos macroeconómicos?

Es fundamental entender que las recesiones son parte de los ciclos macroeconómicos: Los ciclos productivos se dividen en épocas de crisis, recesión, reanimación y auge. La época de recesión es complicada y presenta múltiples retos, pero hay que tomar en cuenta que no es definitiva y que está seguida por una época de reactivación económica.

¿Qué ocurre durante una recesión?

En el corto plazo, la recesión puede significar una época complicada para muchas empresas y personas. Entre los síntomas de una recesión están los recortes de personal, la dificultad para encontrar o generar empleos, la inflación, el aumento de tasas de interés debido a la reducción de la capacidad de pago, la baja del consumo y, por lo tanto, del PIB. Estos síntomas afectan en distinta medida a diversas industrias y tienen eco en la economía global.

¿Qué hacer mientras dure la recesión?

La recesión es un fenómeno macroeconómico, por lo que no hay nada que se pueda hacer a pequeña escala para evitarla. Sin embargo, podemos prepararnos para sobrellevarla. En el caso de las empresas, existen algunas estrategias que pueden adoptar:

1. Mejorar la gestión de gastos. Evita costos innecesarios y optimiza tus recursos.
2. Fortalecer el plan de marketing. Aprovecha tus canales digitales de comunicación para llegar a más prospectos y mejorar la relación con tus clientes.
3. Diversificar sus ingresos. Explora nuevas fuentes de liquidez como la venta de productos y servicios en línea o los instrumentos de inversión. En el caso de estos últimos, existen opciones como el Pagaré, que te permite elegir el monto y plazo que más te convenga y recibir una atractiva tasa de interés de manera segura y respaldada.
4. Buscar un financiamiento a corto plazo. El cobro de facturas por adelantado puede ser una gran opción si lo que buscas es efectivo inmediato para impulsar tu operación.

La recesión es un fenómeno que obedece los ciclos macroeconómicos y, si bien no se puede evitar, puede enfrentarse con decisiones estratégicas y resiliencia. Así como hay una época de recesión, también hay periodos de reactivación, por lo que es importante prepararse para los cambios.

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