¿2024 será el año del nearshoring para México?

¿Por qué México es tan atractivo para el nearshoring?

En los últimos 9 años, los ojos del mundo han estado puestos en México y es que su potencial lo ha llevado a posicionarse como uno de los mercados emergentes más relevantes a nivel global y uno de los principales lugares para hacer negocios.

Este poder comercial proviene de su estabilidad política, su ubicación geográfica envidiable, la calidad de su fuerza de trabajo y, último pero no menos importante, del aumento del riesgo político en otras partes del mundo, lo que lleva a que se convierta en destino atractivo para el fenómeno conocido como nearshoring.

Asimismo, México es considerado uno de los países con mayor fiabilidad legal y económica de América Latina, lo que lo hace un blanco seguro para invertir. Cuenta con una ubicación geográfica clave dado sus puertos con acceso al Atlántico y Pacifico, y sus 3,145 km de frontera con la economía más grande del mundo, convirtiéndolo en una de las zonas con mayor conectividad del mundo.

Otro punto favorable del país son los acuerdos comerciales con los que cuenta, que facilitan la entrada a empresas que quieran hacer negocios. Actualmente, ha firmado más de 50 tratados comerciales entre los que destaca: el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP-11) firmado con la región del Pacífico, el Acuerdo de Asociación Transatlántica para el Comercio y la Inversión (TTIP) celebrado con la Unión Europea, así como diversos acuerdos con países como Japón, Corea del Sur, Brasil, entre otros.

Sumado a todo lo anterior, tiene mano de obra altamente calificada en áreas como tecnología, ingeniería, manufactura y servicios. El Foro Económico Mundial (WEF) reconoció a México dentro del Top 50 de los países con el mejor índice de habilidades y capacitación de fuerza laboral. Además, ha edificado una gran cantidad de universidades y centros de formación, lo que le permite proporcionar capital humano capacitado y especializado. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha señalado el alza en la calidad educativa de México, recalcando la competitividad en el mercado global.

En el pasado, México no era considerado un lugar atractivo para la Inversión Extranjera Directa (IED), sin embargo, esto ha cambiado debido a aspectos como la estabilidad macroeconómica, la apertura comercial y la modernización de la infraestructura, que han sido factores clave para la llegada de grandes empresas extranjeras.

El contexto internacional también ha hecho que países que tradicionalmente se pensaban como candidatos para recibir Inversión Extranjera Directa luzcan ahora más riesgosos que México. El Banco Central Europeo reportó que la IED en la Unión Europea disminuyó en un 13% derivado de los efectos secundarios de la pandemia de COVID-19. En Asia la tensión comercial con Estados Unidos ha tenido un impacto en la inversión extranjera de China, disminuyendo en un 8% según el Ministerio de Comercio de dicho país. En Medio Oriente, la situación político-social ha causado una disminución de la IED en un 9% en países del golfo según datos de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD). Estas situaciones han permitido que México sea percibido como un país más seguro y atractivo para hacer nearshoring en su territorio.

¿Qué viene para el 2024? ¿Será el año del nearshoring en México?

Recordemos que el nearshoring es una tendencia que ha ganado fuerza en los últimos años y consiste en que las empresas muevan su operación o producción a otros países con el afán de estar más cerca de sus mercados (caso contrario al offshoring, tendencia en donde se alejan de sus mercados, buscando mano de obra más económica).

Para México, el nearshoring tiene una gran cantidad de beneficios: es un catalizador del crecimiento económico, permitiendo la creación de empleos, el aumento de la productividad, el desarrollo de nuevas tecnologías e impulsando la imagen del país ante el mundo.

Los principales sectores que más inversión extranjera han atraído en los últimos 10 años han sido la industria automotriz, manufacturera, energética y de servicios financieros.

La industria automotriz, según la Secretaría de Economía ha recibido alrededor de $29,900 MDD en los últimos 10 años, gracias a empresas como Ford, General Motors, Kia, Toyota y Honda.

Según el Banco de México, la industria manufacturera recibió $14,800 MDD en 2020 por empresas como Samsung, LG, Siemens y Nestlé.

El sector energético por medio de Iberdrola, Enel Green Power y Eni, en los últimos 10 años han captado alrededor de $160,000 MDD en proyectos de energía renovable, petróleo y gas.

Los servicios financieros no se han quedado atrás y en 2020 recibieron una IED de $2,500 MDD según Banxico, en empresas como HSBC, Citigroup y Allianz.

Entonces, ¿qué podemos esperar para este 2024 que inicia? Sin duda, el futuro parece brillante para el país, ¡es hora de anticiparse para aprovechar esta coyuntura, impulsados por soluciones financieras que realmente promuevan el crecimiento!

Se estima que entre 2024 y 2025 lleguen 495 nuevas empresas a parques industriales mexicanos (AMPIP). Y de estas compañías se cree que el 20% serán de origen chino.

Esto, aunado a las empresas extranjeras que ya se encuentran operando en territorio mexicano, impactará el flujo de la Inversión Extranjera Directa, llegando a topar hasta $40 y $50 mil MDD anuales (Barclays).

Las PyMEs mexicanas, potenciales proveedoras, deben prepararse para aprovechar las oportunidades que ofrece este fenómeno económico fortaleciendo su capacidad productiva, mejorando su infraestructura tecnológica, estableciendo alianzas estratégicas y aumentando su competitividad.

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